La prosa narrativa de Leopold Federmair es una de las más destacadas de la literatura Europea actual. Tomando en cuenta que el principal movimiento de las letras austriacas durante la segunda mitad del siglo XX fue la literatura antipatriótica –Antiheimatliteratur– podríamos intentar una definición al calificar la de Federmair como una literatura Postheimat; vale decir: en relatos como los que reúne este volumen son perceptibles aún las tensiones características de la sociedad austriaca de la segunda postguerra, como el continuo debatirse entre las muy avinagradas tradiciones católicas y rurales que los habitantes de los pequeños pueblos y el deslumbrante cosmopolitismo cultural urbano de la República Alpina; pero las tramas y la complejidad del sistema narrativo de Federmair dan varios pasos adelante, nos ofrecen una exploración penetrante, densa, de los resortes anímicos y las cavidades emocionales de personajes desconcertantes, varios de ellos niños y jóvenes, que cursan existencias en apariencia anodinas y prescindibles,
pero que en lo profundo concentran pasiones extremas, irreductibles y estremecedoras. Las cuatro piezas incluidas en Freilassing dan cuenta del enorme oficio para construir relatos subrepticios, que con sigilo acompañan la narración principal y le proporcionan una inusual complejidad muy agradecible. En una época en la que la superficialidad, la charlatanería y las urgencias del mercado amenazan con hegemonizar la cultura literaria en español, encontrarnos con un autor de la estatura intelectual de Leopold Federmair es un hallazgo y un reto extraordinarios.
Héctor Orestes Aguilar