La ventana y once poemas, de Miguel Ángel Zapata, es un libro que ofrece un tipo de placer poco usual en una escena poética contemporánea que se caracteriza por su propensión a desafiar o desconcertar al lector. En este libro, al contrario, la palabra poética conduce a un estado de serenidad y de comunión. El trasmitir una sensación de tranquilidad y plenitud se debe tanto a un trabajo interior del autor, como a un profundo trabajo formal, que implica escoger o, mejor dicho, pulir la expresión más diáfana y precisa. En efecto, para fundirse con lo circundante hay que educar todos los sentidos, particularmente la mirada, pero también domeñar la palabra. Y Zapata posee un depurado oficio literario que, sin embargo, no pretende manifestarse en malabares o en monumentos al lenguaje, sino en una rara, límpida y reveladora sencillez. La ventana… es una selección de poemas, que incluye desde estampas oníricas hasta refulgentes imágenes cotidianas, escenas familiares o elucubraciones sobre el arte poético. Igualmente, es un
libro donde hay una transición suave y virtuosa entre el poema en prosa y el verso. De hecho, Zapata acude con frecuencia al poema en prosa y disfraza su escritura de un ánimo descriptivo y aparentemente llano, debajo del cual se va forjando una resolución poética deslumbrante. Zapata utiliza el motivo de la ventana en su libro y parece evidente por qué: el autor busca restituir la poesía como ventana que permite pasar de la realidad ordinara a otras realidades que, muy seguido, habitan inadvertidamente a nuestro alrededor.
Armando González Torres