Este es un poeta que no tuvo su origen en ninguna parte... este verso puede ser una declaración de principios de un escritor decidido a nombrar el mundo desde el Adán subvertido. El nuestro es Xavier Oquendo y en sus versos hay cuerpos, la naturaleza en su máxima expresión; hay materia bronca y descifrable merced a su palabra sencilla, clara y profunda. Pues digo que por su claridad vemos el fondo de la forma que el verso –largo o breve– adopta. Para muestra basta un verso y basta la unidad mínima de sentido máximo para que el poeta Oquendo se quede en el recuerdo del lector. Los versos navegan o corren como corrientes subterráneas de la memoria de los objetos o de los hechos cotidianos que se revelan como ecos rebelde. En esta selección llamada Mar inconcluso el poeta ecuatoriano es agua nueva con ecos antiguos (hechos contiguos), como el aire bíblico, como la pareja del paraíso perdido por un beso, como el cuerpo desnudo descubriendo al mundo de los reinos aliados, de un mundo que no calla y dice su nombre gracias a la
voz de Oquendo, poeta de siete mares.
Armando Oviedo