De este libro de Herson Barona quisiera subrayar el ritmo y la inspiración. Barona cree en la inspiración “como un golpe de suerte”. Pero la inspiración debe propiciarse, y él lo hace a base de ritmo, valiéndose de su excelente oído y de su dicción limpia y sin rebabas. No creo incomodarlo si digo que un discreto ritmo de bolero recorre este libro sutil, sincero, profundo e irónico, donde los sentimientos se muestran sin alarde, todo es dicho escuetamente pero sin aridez y donde los versos eclosionan unos de otros, señal de que el poeta es el primer escucha de sí mismo. El tema es la casa o, mejor dicho, un departamento minúsculo, tan pequeño / que resultaba difícil / no tocarnos al pasar, y de esas colisiones forzosas nace una convivencia hecha de besos igual que de heridas, de ternura lo mismo que de incomprensión y soledad. Un libro entrañable que se agranda a cada relectura como un bonsái que miramos con detenimiento.
Fabio Morábito